El deterioro que estas han sufrido se ha producido, según el Ministerio, por el paso de personas y vehículos motorizados, que ha afectado gravemente a la dinámica del ecosistema dunar. La presión turística y urbanística en ella es cada vez más elevada, lo que ha provocado un deterioro que es necesario corregir urgentemente si se pretende conservar el ecosistema.
Con objeto de evitar el paso indiscriminado por el cordón dunar, minimizar su alteración y facilitar la recuperación del mismo, se instalará un cerramiento en el límite del mismo en toda la longitud de la playa, desde el torrente de Na Borges hasta el torrente de Sa Canova, además de a ambos lados del sendero que discurre a través del mismo.
Se proyectan varias pasarelas de madera elevadas sobre las dunas, como accesos transversales a la playa desde el sendero que se proyecta acordonar, en aquellos puntos donde el desnivel existente así lo aconseje, para evitar cualquier afección sobre el sistema dunar.
Con el fin de recoger todos los desperdicios que actualmente se encuentran dispersos por la playa, se llevará además a cabo una campaña de limpieza en toda la zona.
Se prevé, también, la instalación de diversos paneles de señalización puesto que constituyen una medida eficaz y sencilla para prevenir alteraciones sobre el medio e informar a los usuarios sobre las razones de las actuaciones que se han emprendido.